Cuando me encuentro en una ciudad tan llena de otros y tan vacía de mí misma pienso:

UBA UBA UBA hacete vino para mí

Abro el Google Maps y le saco todo el zoom para poder tener todos los países enteritos para mí. Y mientras escucho a Moreno Veloso pienso en qué ganas de hacer el mundo mío (así, bien humilde).
y me desarmo los sesos fantaseando con el momento en el que se me ocurra la gran idea.
Y me río de mi misma y de mi esencia humana, Y de que me paro donde millones de personas antes se pararon.
Pero en serio, que ganas de tomarme un aéreo con 0 o 5 escalas (no soy exigente), y hacerle el amor a las callecitas de vaya uno a saber qué ciudad o pueblo o pueblito (para nada exigente).
Y hace dos horas que estoy jugando con Tripadvisor, imaginando qué haría en las horas muertas entre escala y escala.
Me río:
jajajajajajaj


Porque una madre imaginaria me reta con tonito acusador: "el mundo es de los que hacen la tarea de semiología".

Sonrío. Pero ya no me río nada. Qué humana que soy. Quiero ya mismo tener el mundo a mis pies, cuando ni siquiera puedo dominar una materia del CBC.

Tutum tutum - tutum tutum

Tengo taquicardia de no poder vivir una cuadra de Buenos Aires sin que quieran hacerle el amor a mis bolsillos.
Tengo taquicardia por haber entendido el valor de mis minutos, es decir el precio de mo vida. Porque en Buenos Aires es lo mismo y es lo único que importa.
Tengo taquicardia después de intentar respirar algo de oxígeno y fallar en el intento. Pero igual estoy tranquila porque ya aprendí a alimentarme de los desechos de los colectivos.
Tengo taquicardia porque a Buenos Aires le gusta consentir a los ansiosos y autoexigentes como una.
Tengo taquicardia lisa y llanamente porque Buenos Aires no quiere usar otra frecuencia para tranzar conmigo.