Había una nena que estaba enamorada de un nene. A decir verdad, esa nena estaba enamorada de todos los nenes lindos del condado; pero ninguno le daba pelota.
Pero hete aquí que una mañana, la nena se dio cuenta de que no le gustaba ninguno, que los nenes estaban para mirarlos, y para comerlos de cuando en vez; pero nada más.
Entocnes el autor no tuvo historia de amor que escribir. Entonces la editorial lloró porque se iba a cagar de hambre. Entonces la nena se fue a leer Dorian Gray.
Pero hete aquí que una mañana, la nena se dio cuenta de que no le gustaba ninguno, que los nenes estaban para mirarlos, y para comerlos de cuando en vez; pero nada más.
Entocnes el autor no tuvo historia de amor que escribir. Entonces la editorial lloró porque se iba a cagar de hambre. Entonces la nena se fue a leer Dorian Gray.
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