Así están las cosas país:
hace 18 horas que estoy despierta.
hay milanesas en el aire, y en mi pelo, y en las cortinas.
tengo una lista bastante larga de cosas para hacer, pero no pinta una.
se murió Gabito, de tristeza por esperarme, obvio.
Hoy en el tren una señora me dijo "te hacés la inteligente, eh" porque estaba estudiando matemática.
tengo una lista bastante larga de cosas para hacer, pero no pinta una.
Y se las hemos contado.

MARTES 23:23HS

Me frustra mucho saber que no me alcanza el tiempo para hacer toda la extracurrícula que se me cante.

Prefiero empezar 20 cursos y después realize lo importante que es dormir para nosotros los humanos. O conservar la regularidad académica.

Y bueno, en realidad vuelvo al principio. Pero por lo menos tengo una colección de primeras clases como dibujo, oratoria, historia del cine, natación, y ahora no me acuerdo pero seguro hay más.

Life's too short to stop eating

-dos porciones de torta
-té
-un alfajor de maicena
-arroz con pollo
-un alfajor de maicena (sí, otro)
-una pepa (sí, una sola)
 -unas meregandas (sí, un paquete)
-unas minipepitos (sí, otro paquete)
-telgopor con queso y mermelada (sí, croquetas de arroz)
-Chocolatada
-pseudopesaj (pescado, carne, papas, batatas y cosas judías)
-cheesecake
-Té de melissa

Placeres de la vida #1

Ir al cumpleaños de un nene de 5.
Hacer el control de calidad del castillo inflable.
Robar mucha comida.
Acidificarme el paladar con papafritas.
Pelear con una nena por un burbujero.
Exigir la bolsita de golosinas al retirarme.
Tener 5 años.

Viernes #1

Haber colgado con organizar algo para salir este viernes hermoso (porque siempre se puede ser un poco más antisocial).
Decir, bueno, hagamos algo divertido pero aunque sea un cachito productivo.

Sacar la agenda con aires de piba organizada y dejarla intacta al lado de la netbook mientras tomo helado, veo vines, juego al 2048, hablo con extraños y otras giladas que probablemente mañana me van a hacer sentir muy impura.

Ojalá sonrías toda la vida

Transporte público

Ella se arregla un montón para venir a vender mentitas al tren. Cuando anuncia sus caramelos pone una voz irritante, gutural; pero cuando te habla lo hace con una dulzura mayor que las golosinas que ofrece.
¿Será que algún día alguien la va a encontrar tan hermosa como yo lo hago? ¿Será que alguien ya lo hizo? ¿Estará haciendo algo para dejar de vender mentitas en el tren?

(...)

En vez de sentirme mal -como de costubre- por tener que tomar el tren todos los días para ir al colegio; me sentí afortunada de tener que tomar el tren todos los días para ir al colegio.