Vivo en Buenos Aires

    Creo que ayer fue otro día de mierda, me volví a sentir sola de nuevo.
     Antes de ir al campo pasé por el Colegio: pibes durmiendo por acá y allá, pibas corriendo en medias, otros tocando la guitarra; me hubiese encantado quedado a dormir. A las 12 hubo una asamblea medio rara en la que un chico alto habló un montón. Unos anónimos rompieron unos vidrios, robaron plata del kiosko del 3er piso y entraron al natatorio; linda imagen van a tener de nosotros. Ayudé a limpiar el colegio, me sentí parte de la toma, que cada vez participo más.
     Me junté con los chicos, estaban todos desparramados en el piso. Dormité un rato, después quisieron ir a caminar por  la Florida. Yo quería quedarme a pintar carteles, pero no estaban organizados. Decidí irme a mi casa, me caía del sueño, después descubrí que era también dolor de cabeza. Me hubiese gustado ir a caminar, estaban todos, era como una salida más pero espontánea. Lo mejor de todo es que parece la excusa perfecta "tengo sueño, me duele la cabeza", pero era verdad.
     Tengo ganas de cambiar, de cortarme el pelo bien cortito ( obviamente no lo voy a hacer), de pintar zapatillas, de buscar ropa que me guste de verdad, de volver. Ya aprendí la lección. Verlos tan felices me hace pensar que me estoy perdiendo algo sólo por boluda, me encantaría que me digan esas cosas.
     Antes de las 17 (hora en que llega mi vieja) los platos tienen que estar limpios y la ropa lavada, tengo tiempo.

Quiero llorar, y me destroza que pienses así y más que ahora me quedé sin ti.


Sí o no? dejá de engañarte, aunque en un tiempo fue no (después del sí), ahora es más sí que nunca. Pero por qué? No quiero que sea así, me lastima, me entristece, me deprime; y me obligo a que sea no. C'est la vie.

Me voy a tener que acostumbrar.