viernes, 8 de agosto de 2014

Filosofía

En mi mente un turista es un señor con camisa anacrónica, gorrito de sol y cámara de fotos. Y un folleto asomando por un bolsillo de las bermudas. En mi mente un viajero es sencillo, tiene una mochila enorme y la ropa un poco sucia.

El turista es al descubrimiento lo que el posser a la música. El turista no es más que una rama del consumismo, sólo importa por lo que tiene en su billetera. El viajero importa por lo que tiene en su cerebro y -si nos ponemos sentimentales- en su corazón.

Si no está en el recorrido del folleto que le dieron, el turista no se anima a pisar una calle. En cambio el viajero no dudará en penetrar en cuanta calle se le presente, sintiéndose dichoso si acaso logra perderse.
El viajero puede ir a 100km y hacer de eso una experiencia única y reveladora. El viajero respira hondo, agradece cada nube que ve en el cielo, traba nuevas amistades. El turista estuvo en 10 ciudades de Italia y cuando llega a su casa no se siente mucho más diferente que cuando se fue.

El turista se siente molesto porque el cambio del dólar no lo favorece, y porque comió de más y se siente gordo. El viajero sabe que donde vaya no lo van a juzgar por cómo se ve.

Dicen que uno aprende verdaderamente un idioma cunado entiende el humor. Y la diferencia entre turista y viajero tal vez se pueda ver por ese lado. El turista hace un curso de idioma para saber decir hola cómo estás, me llevas a l aeropuerto; el turista visita la casa rosada, el cabildo, se come una empanada y ya se da por satisfecho.
En cambio para el viajero eso no es suficiente. Necesita saber qué pasa más allá del espéctáculo que le arman.

Un claro ejemplo de lugar donde se juntan viajeros y turistas es la feria de San Telmo. Todos los domingos casi 10 cuadras se llenan de viajeros tratando de conseguir algún beneficio de los turistas. ¿Me explico? Turistas son los que recorren las calles con sus cámaras réflex comprando recuerdos para toda la familia, buscando ese llaverito de Mafalta que les pidió la sobrina. Viajeros son los peruanos, brasileros, argentinos que por cierta razón decidieron ganarse la vida vendiendo artesanías, tratando de rebuscársela fin de semana a fin de semana.

Ser turista es ir a Ticara y sacarte fotos con unos nenes en el afán de blanquear un poco tu alma porteña. Ser viajero es tratar de hacer cierta conexión con ese nene.

Ser viajero es entender que detrás de cada centro turístico hay otra realidad más enriquecedora que las que nos quieren vender.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario